POESIA EGLOGA
Las églogas se originaron desde el siglo lV A.C, sin embargo las églogas de esa época no se parecen en nada a las que se conocen ahora, esto se debe a que con el transcurrir del tiempo se han ido modificando y actualizando. Una de las primeras églogas fueron las creadas durante el Imperio Romano, una de ellas fue “idilio” de Teócrito, un apasionado del poema y la cultura; todos los poemas de este autor siempre tuvieron un carácter pastoril.
La égloga es un subgénero de la poesía lírica, una composición poética enfocada en el tema amoroso, que se caracteriza por presentarse en forma de diálogo, semejante a una obra de teatro, pero de un solo acto. Los intérpretes de esta composición literaria, por tradición, han sido los pastores quienes cuentan acerca de sus amores y de su vida en el campo.
En la égloga, las historias contadas son cortas por lo tanto, no es necesario cambios de vestuario, ni de escenarios (como ocurre en las obras de teatro tradicionales). El contexto donde se desarrolla, es el campo de apariencia paradisíaca y en donde la música juega un papel importante al marcar las pautas y los tiempos de cada diálogo.
Si bien es cierto que las églogas la mayoría de las veces son expresadas en forma de dialogo, también puede presentarse a manera de monólogo pastoril.
A partir de este gran escritor, famoso por su preferencia por los cantos pastoriles, surge Virgilio, quien siempre sintió admiración hacia los poetas alejandrinos como Teócrito. A causa de esto, Virgilio comenzó a crear sus bucólicas, conocidas como églogas, en las cuales agrego elementos autobiográficos, logrando de cada pastor un personaje imaginario que ocultaba a un personaje real.
Al igual que la mayoría de las composiciones poéticas, las églogas cuentan con ritmo y musicalidad. Esto sucede porque sus versos tienen rimas consonantes, es decir, que las últimas palabras de dos o más versos coinciden en los sonidos. Al coincidir de tal manera las palabras, se produce una sensación musical.
EJEMPLOS DE EGLOGAS.
“el árbol de victoria,
que ciñe estrechamente
tu gloriosa frente,
de lugar a la hiedra que se planta
debajo de tu sombra, y se levanta”
Como se puede apreciar, las palabras “planta” y “levantan” coinciden en el sonido “anta”, mientras que “estrechamente” y “frente” coinciden en el sonido “ente”.
“Antonia:
Páreseme que siento aquí cerca suspiros
y no pienso que fue sospecha vana
pues viene a paso lento por azules zafiros,
violetas de la cándida mañana,
mi amiga la pastora Feliciana.
Feliciana:
No en vano el verde prado se esmalta de flores.
Antonia mía, ¿adonde?”
Excelente informacion
ResponderEliminarMuy interesante información
ResponderEliminar